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El Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Bilbao adjudicó el pasado viernes 24 de junio, por 79,34 millones de euros, las obras de construcción de la primera fase del Espigón central y la estabilización de la antigua cantera de Punto Lucero. Ambas obras obedecen a distintas razones, pero al coincidir en el tiempo, se ha optado por englobarlas en un único contrato, lo que aporta ventajas técnicas, medioambientales y financieras.

El Espigón Central constituye una obra “estratégica”, según aseguró el presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, Asier Atutxa, cuyo objetivo es “reforzar la posición de Bilbao como el puerto de referencia en el Cantábrico”. Según recordó, la demanda de suelo y el grado de ocupación actual, cercano al 80%, aconseja crear nuevas superficies para acoger nuevas oportunidades de negocio; mientras que las obras de la cantera obedecen a razones de seguridad.
La empresa adjudicataria ha sido la UTE formada por Trabajos y Obras (SATO), Construcciones Adolfo Sobrinos, Exbasa Obras y Servicios, Excavaciones Viuda de Sáinz. El plazo de ejecución de la obra será, en total, de 39 meses. La Comisión Europea aportará a este presupuesto el 20% del importe de adjudicación, en el ámbito del programa Connecting Europe Facility (CEF). El resto será sufragado con fondos propios de la Autoridad Portuaria.
Con una ocupación de suelo portuario cercana a la saturación, el incremento previsto de los tráficos para los próximos años y la demanda continua de suelo portuario hace prever que, como explicó Atutxa, “si no se genera nuevo suelo, en 2020 llegue al techo de su capacidad”. La construcción de este nuevo muelle, por tanto, evitará “la pérdida de oportunidades y la fuga de empresas que necesitan asentarse en grandes enclaves portuarios” para reducir costes logísticos o porque su producción no pueda ser transportada por carretera, como es el caso de la empresa Lointek, instalada en el Muelle AZ-1, según recordó el presidente de la AP de Bilbao. La propia Autoridad Portuaria prevé, concretamente, que este espacio sea utilizado para implantaciones mixtas y tráficos nuevos.

Mayor capacidad
Asier Atutxa justificó igualmente la necesidad de construcción de la nueva infraestructura en base a previsiones de la UE que indican que la congestión marítima será un “grave problema” para los puertos de toda Europa en el año 2030, incluidos los puertos del Corredor Atlántico, generado por la tendencia al alza en el tráfico, lo que aumentará el tiempo de respuesta al buque debido a su tamaño y a la cantidad de mercancía que se carga y se descarga, así como el aumento del tiempo de espera para entrar al puerto. Por ello, la subvención de la UE se enmarca en un proyecto global con el objetivo de aumentar la capacidad del puerto. Asimismo, después de la finalización del proyecto, la congestión dentro de la zona portuaria se reducirá en un 20%, lo que contribuye positivamente a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Fuente: DP