Año tras año, el sector logístico se reivindica como uno de los pilares que aseguran el comercio mundial. Los procesos de transformación digital y la automatización, la creciente importancia del dato, la sostenibilidad y la omnicanalidad van a marcar la actividad tanto ahora como en el futuro. Ante el crecimiento del e-commerce, la aparición de nuevos actores y las crecientes demandas de los consumidores, la industria logística tiene ante sí cuatro retos a los que hacer frente:
1.- Automatización y digitalización de procesos.
El uso de tecnologías avanzadas está convirtiendo los almacenes en centros especializados donde la automatización, con robótica y sistemas de gestión de almacenes (WMS), optimiza cada etapa del proceso. Por otro lado, la digitalización, gracias a la integración de los marketplaces con los WMS y con soluciones basadas en la nube, permite gestionar inventarios en tiempo real y mejorar la agilidad en la toma de decisiones. En 2025, se espera un aumento significativo en la adopción de estas tecnologías, impulsado por la necesidad de mayor enfoque a los clientes de estos actores.
2.- La importancia del dato.
Los datos se han convertido en un activo crítico. Análisis avanzados permiten prever patrones de consumo, optimizar rutas de entrega y gestionar inventarios de manera proactiva, minimizando el riesgo de sobrestock o desabastecimiento. Pero también mejorar en la experiencia al cliente pudiendo responder con información precisa, dudas y reclamaciones cada vez más rápido.
3.- Sostenibilidad.
La sostenibilidad es una prioridad creciente en la logística. En este sentido, destaca la utilización de vehículos eléctricos y bicicletas de carga para optimizar la última milla, así como el desarrollo de soluciones de embalaje sostenible. Además, se impone el desarrollo de iniciativas de logística inversa eficiente. Este compromiso con el medio ambiente también incluye la optimización de las redes de transporte mediante el uso de rutas inteligentes y la colaboración con socios locales.
4.- Omnicanalidad.
La omnicanalidad se ha consolidado como un elemento clave para ofrecer experiencias personalizadas. Los consumidores demandan flexibilidad con opciones como el “click & collect”. Para dar una respuesta eficaz a estas necesidades es fundamental la integración de canales físicos y digitales, garantizando una gestión eficiente del inventario y ofreciendo transparencia con herramientas de seguimiento en tiempo real.
Fuente: Diario del Puerto