El futuro regreso al Mar Rojo, en un primer momento, produciría una fuerte congestión en los principales puertos, por ello las navieras son reticentes a retomar esta ruta marítima.

Así lo advierte la consultora Xeneta en uno de sus últimos informes, que advierte que una vez que los barcos regresen al Mar Rojo, habrá un período de aproximadamente un mes en el que los barcos que han estado alrededor de África y los primeros barcos que vuelven a través del Canal de Suez llegarán a Europa al mismo tiempo, ejerciendo mucha presión sobre unos puertos ya de por sí al límite.

“Cuanto más se decida volver al Mar Rojo, mayor será la duración de esta congestión, por lo que las navieras están dispuestas a esperar el momento adecuado para regresar, cuando las rutas del Mar Rojo puedan seguir funcionando a largo plazo”, añadió.

Todos los cargadores que en estos momentos negocian sus contratos de doce meses o comienzan a querer informarse sobre sus tarifas para 2026, tienen la vista puesta en el Mar Rojo, ya que su situación podría cambiar significativamente.

El número de buques, en particular los más pequeños, que regresan al Mar Rojo y al Canal de Suez está aumentando. De hecho, CMA CGM navegó un buque portacontenedores de 15.000 TEUs a través del Canal de Suez hace unas semanas, representando el mayor portacontenedores desde marzo del año pasado, en su viaje de Singapur a Alejandría, Egipto. Hay que matizar, no obstante, que el buque disponía de una escolta militar, por lo que esto no es un regreso a las operaciones normales.

La situación entre Israel e Irán también añadió otra capa de complejidad, amenazando la seguridad y estabilidad de la zona, incluido el riesgo de que los buques queden varados.

El Mar Rojo es uno de los factores clave que ha mantenido las tasas altas durante los últimos 18 meses, con rutas más largas alrededor del Cabo de Buena Esperanza impulsando la demanda de TEU-millas y acercándola a la capacidad de la flota.

Fuente: Diario del Puerto