El Ministerio de Fomento ha abierto una vía alternativa para intentar reducir los retrasos previstos para las obras del Corredor Mediterráneo, sin alterar el presupuesto y sin esperar que el fondo Juncker impulse la construcción de infraestructuas de energía y de transporte. El eje, que llegará a Valencia y a Tarragona, sufrirá un retraso de al menos dos años, según ha previsto Ferrmed, una de las organizaciones que más ha impulsado la interconexión ferroviaria para mercancías.
Una de las modificaciones introducidas en la ley de Puertos fue la creación del Fondo Financiero de Accesibilidad Terrestre Portuaria, un instrumento para construir accesos que se financiará con los recursos que generen las autoridades portuarias que están en beneficios, que ofrecerán sus excedentes en forma de créditos. Puertos del Estado, que depende de Fomento, está convencido que es la mejor fórmula para asegurar la interconexión de los puertos con el Corredor Mediterráneo. Pero existe el riesgo de que esos enlaces se acaben antes que la mejora de las líneas ferroviarias, como es el caso del corredor.
De ahí que la modificación de la Ley de Puertos haya introducido otra variable. Dará la posibilidad de que los actuales concesionarios de los puertos amplíen hasta un máximo de 50 años —ahora son 35— sus concesiones. A cambio, se tendrán que comprometer a “una inversión adicional relevante; una contribución a la financiación de infraestructuras de conexión terrestre de los puertos; y, por último, una reducción de las tarifas máximas que pudieran serle aplicables”. Entre esas inversiones que se citan, se abre la posibilidad a financiar “la mejora de las redes generales de transporte para favorecer la intermodalidad y el transporte ferroviario de mercancía”.
El presidente de Puertos del Estado, José Llorca, señala que, a falta de que se redacte el reglamento que desarrollará la modificación legislativa, ese punto podría servir para construir desde apartaderos para facilitar la fluidez de los trenes de mercancías que comparten vías con trenes de pasajeros hasta la financiación del tercer hilo ferroviario. Esta se ha convertido en la opción más barata de Fomento para convertir la línea de ancho ibérico en una primera versión del corredor.
La construcción del tercer carril ferroviario para conseguir el ancho internacional tenía que llegar en 2015 hasta Valencia y en 2016 a Alicante y Murcia, unas fechas que el secretario general de Ferrmed, Joan Amoròs, considera realistas si se trabaja con voluntad política y poca inversión. Incluso plantea la construcción de un tercer hilo entre Vilamalla y Portbou —que la Generalitat cree que costaría unos 40 millones— para llevar por ese acceso carga hasta Francia.